Al despertar pude sentir que esta vida me abrazaba, que
susurraba a mi oído palabras de ánimo como: "Es tu
día, levántate", y aún, con ganas de seguir durmiendo, el
susurro no cesaba, y cada momento era más fuerte. Luego, pensé: me levantaré, es mi día. Sin dudarlo, ni tomar de nuevo
la sábana para taparme, dí un salto de la cama, directo a la ducha. Entre dormido y despierto, lo que antes me incomodaba, hoy no me incomodo más. Sentí tanta paz, gozo y una
sonrisa pude ver en mis labios cuando me estaba peinando. La vida me
estaba dando una oportunidad para ser felíz, para sonreír, para sentirme bien
conmigo mismo, sin pensar más en cosas que me hicieran sentirme mal. La vida
nos abraza con sus alas gigantes y nos resguarda de todo, tan solo debemos
dejarnos abrazar, liberar la mente, y ver con ojos de amor, de paz y de gozo
todo por cuanto hacemos.
Ahora veo diferente lo que ayer miraba como una
montaña inalcanzable, hoy siento poder respirar, hoy quiero seguir caminando, tomado de la mano de la vida,
sin miedo a nada. Hoy quiero ir a la par de la vida contándole mis
penas, mis ideales y mis sueños, con la esperanza siempre de que ella misma me
hará fuerte, y me llevará al éxito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario